Pensar en la Educación

¿Cuántas veces nos quejamos, cuando eramos chicos, y ahora quizá también, del colegio? Decíamos que no queríamos ir y poníamos cualquier excusa para faltar. A medida que uno va creciendo se va dando cuenta de que haber ido al colegio no sólo no fue un desperdicio, ni una molestia; sino que nos sirvió mucho para seguir avanzando en la vida. La pregunta es: ¿cómo saber que la escuela es la mejor opción para seguir a la edad de 8, 10 o 12 años, una edad en la que ni se nos ocurriría pisar un colegio? ¿Quién es el encargado de mostranos ese camino, y hacérnoslo respetar, por lo menos hasta que tengamos la edad de elegir por nuestra propia cuenta?

La respuesta es que son nustros padres; ellos son lo que deben inscribrnos en una escuela, y darnos la posibilidad de un futuro.

Pero, ¿qué pasa cuando esta decisión excede a las posibilidades de nuestros responsables? Es ahí que el Estado debe tomar cartas en el asunto y garantizarle a cualquier chico el derecho a estudiar.

Nadie puede negarnos ese derecho, aquel que nos permitirá tener una carrera en el futuro, y ser artífices de nuestra propia vida.

Sería bueno recordar esto, más en este momento en el que en el país se encuentra al borde de una situación alarmante, que puede terminar en cualquier cosa. Esperemos que lleguen al mejor acuerdo, por el bien de todos los alumnos.

Gracias por leer el blog.