Hacerse escuchar

En la actualidad, abundan las injusticias. La realidad en la que vivimos nos muestra cada día cómo el más débil es aplastado por el más fuerte, sin que éste pueda defenderse, pero tomar una actitud defensiva para hacerle frente a la situación está en cada uno de nosotros.
Es increíble la cantidad de abusos que debe soportar una persona; pero aún más sorprendente es comprobar que, apesar de ésto, el número de personas que se quejan es muy bajo. Ésto nos hizo preguntarnos a qué se debía tal anormal comportamiento:
Lo 1º que se nos ocurrió fue que las personas nos sabían cómo defenderse; pero lo descartamos al comprobar que ésto ha sido así desde siempre, y sin embargo, han ido aprendiendo con el correr de los años, lo que no explica el por qué de la delicada situacíón en la que nos encontramos.
Luego de pensarlo y darle vueltas al asunto llegamos a la conclusión de que la mayoría de las personas, en este país, viven en un estado semi-vegetativo, en el que no les importa mucho lo que les pase, ya sea que abusen de sus derechos o que los exploten hasta que son inútiles. Es así que cumplimos con la tarea que nos han asignado, siempre con la cabeza agachada, sin atrevernos a protestar, por miedo a una reprimienda.
Esta situación debe terminar. Debemos salir de nuestras casas, y gritar nuestros ideales, promover nuestros valores, y cosechar el espiritu de querer vivir mejor de lo que lo hacemos en el presente. De lo contrario nuestra existencia no habrá más que un simple acontecimiento vacío, al cual le faltó valor para pelear por lo que cree que está bien.

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